De acuerdo al Informe de Perspectivas Agrarias elaborado por la FAO-OCDE, la producción de carne de aves de corral a nivel mundial podría rondar los 141 millones de toneladas, frente a los 129 millones de toneladas de carne de cerdo, las 77,5 de vacuno y las 17 de ovino. Esto supone un crecimiento del 16,5% en diez años, muy superior al 8,4% del porcino, y al 13,9% y 13,3% de vacuno y ovino respectivamente. Con estos datos la carne de ave se mantiene en el liderato mundial en cuanto a producción y consumo, debido fundamentalmente al precio, a su bajo contenido en grasa y a no estar en el foco de la crítica medioambiental.
La mayoría de la producción proviene de regiones de China, Estados Unidos (EEUU), Brasil y la Unión Europea (UE), estimándose que continuará su crecimiento en China, EEUU, Brasil, India y México.
En España hay alrededor de 19.070 explotaciones de aves para carne, con datos de 2018. Casi un 14% menos que hace diez años, en los que solo se produjo un ligero repunte en 2013 y 2017. La producción total anual de carne en España ronda los 1,6 millones de toneladas y creciendo, solo superada por Francia, Reino Unido y Alemania, pero sobre todo por la gran productora que es Polonia.
En cuanto al consumo medio mundial, ha tenido un muy ligero crecimiento, situándose en algo más de 35 kg por habitante y año frente a 34,7 en 2008. Una mayor producción y un consumo per cápita constante supone que está creciendo el número de personas que han incorporado la carne de ave a su dieta. También se puede deducir de estos datos, al tratarse de una carne económica, que este crecimiento se focaliza en los países poco desarrollados, lo que implica una mejora de su alimentación.
El consumo nacional de carne de ave viene marcado por el de pollo, con alrededor de 575.000 toneladas al año, pero descendiendo de forma continuada en los últimos siete años.
En el ámbito de las relaciones comerciales, en la UE preocupa mucho el histórico acuerdo con Mercosur del pasado año, por el que se ha duplicado la cuota preferente de importaciones de estos países, fijándose en 180.000 toneladas. Se trata de una cantidad muy relevante, si se considera que el total de carne de ave que se importa en la UE asciende a 900.000 toneladas y que es el sector cárnico más importador, con mucha diferencia sobre vacuno o porcino. Por otro lado, la salida de Reino Unido de la UE también puede tener impacto en el sector productor ya que se trata de uno de los mayores importadores y consumidores de Europa.
Para poder ayudar a este sector productor sería necesario, y así lo demandaron las organizaciones productoras europeas en su última cumbre, mejorar el acceso al mercado chino, reforzar los controles de entrada de carne proveniente de terceros países, y obligar al etiquetado de origen, también en restauración, para que el consumidor pueda conocer y elegir lo que consume. Una reclamación bastante coherente, sobre todo si se considera que el 70% de los consumidores se fija en el origen del alimento, de acuerdo con el último Barómetro del Clima de Confianza del Sector Agroalimentario, publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.